Luna creciente. Junto a nuestro río, al de los andaluces, el Guadalquivir, el Rio Grande, el Betis… junto a sus aguas y bajo el cielo de Sevilla hacia donde apunta la Torre sin campanas, abrió su voz de campaña el andalucismo - el partido andalucista junto a Espacio Plural Andaluz -.
Seguro que más de una sonrisa, que no pudimos ver , pero que imaginamos, surgieron en ese momento: la de Almotamid, la de Rumaikiya, la de Argantonio, la de Gerión, me atrevo a pensar que también la de Trajano o la de San Hermenegildo… y creo que el Guadalquivir se llevó hasta Sanlúcar los sones de un sentir diferente.
La Torre del Oro se iluminó con focos ajenos y lo interpreté como que la luz viene hacia nosotros… cosas de la imaginación… pero ¿acaso la fantasía no es el puente que nos conduce a la verdad? La plaza de la maestranza estaba cerca… y se me ocurrió que un brindis en esa noche de luna creciente al lado de nuestro rio, donde el andalucismo alzaba su voz, era necesario. Y se me inundó el corazón y se me nublaron los ojos:
“Va por usted, Don Blas”
No hay comentarios:
Publicar un comentario